Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
- Pablo Neruda
De acuerdo con la encuesta anual de tendencias laborales aplicada por Randstad a 86 líderes de RH en México en 2015, la principal preocupación de las organizaciones fué: ¿Cómo aumentar la productividad de los empleados?, esto en contraste con la encuesta aplicada por LinkedIn a nivel mundial a colaboradores catalogados como talento joven donde se estableció, que la principal causa de renuncia es la falta de oportunidades de desarrollo y desarrollo entendido como oportunidades para impulsar proyectos, planes de mentoring, crosstraining, etc. (no dinero).
Entonces, tenemos por un lado a las empresas que le dicen al empleado "primero trabaja, dame resultados y luego hablamos de tu desarrollo" y por el otro lado, los colaboradores dicen "dame oportunidades de aprender más para crecer mi perfil, conocimientos y experiencia". Parece que son dos posturas que chocan de frente sin posibilidad de generar un consenso que le de a ambos lo que necesitan.
La realidad es que los planes de desarrollo y la productividad son dos conceptos que van de la mano, sólo se necesita la estrategia correcta y esta empieza por entender una regla básica: las organizaciones son operadas por personas y las personas necesitamos motivación para impulsar todo nuestro talento y habilidades.
¿Y cuál es la mejor forma de motivarnos? ¡haciéndonos felices! así de "fácil", lamentablemente esta idea se entiende al revés, que la motivación te lleva a la felicidad y no es así, además el contexto en el que la mayoría de las empresas toman los planes de desarrollo no ayuda, como una prestación adicional que le venden al empleado para ser más atractivos, no lo ven como una prioridad ni un elemento clave para el éxito del negocio.
Ahora, para ser justos, como en cualquier relación la responsabilidad de motivar y hacernos felices no sólo está del lado de la empresa, los colaboradores tenemos mucho que aportar, jamás existirá mejor motivación que la que tu encuentres para ti mismo, motivación intrínseca (o personal) le llaman los psicólogos, la que viene de adentro hacia afuera.
¿Cómo puedes ser más feliz en el trabajo?
Haz networking. Encuentra a la gente en la oficina con la que tienes cosas en común, esto hará que te sientas acompañado y respaldado en los momentos de mayor estrés.
Establece una meta clara. El trabajo es un medio que nos da la oportunidad y recursos para alcanzar logros personales, tienes que encontrarle sentido a porque pasas tanto tiempo en tu oficina. Haz que valga la pena.
Piensa positivo. Nuestros pensamientos moldean nuestra realidad, es por eso que si solo te enfocas en lo negativo de tu día tu perspectiva será desmotivadora. ¿Quién quiere estar 8 o más horas diarias en un lugar donde no pasa nada bueno?
Recuerda que la felicidad no es el fin, es el camino en sí y si no logramos disfrutar y valorar de las experiencias y retos que se presentan en el día a día, jamás alcanzaremos un estado mental de motivación continua.